jueves, 9 de febrero de 2012

Quiero hacerme la dueña de tu corazón.






Últimamente solo pienso en tu mirada, esa mirada magnética que tanto me atrae. Y es que cualquier gesto tuyo, cualquier sonrisa que se te escape, hasta el más mínimo movimiento me hace estremecer al verte. Por mi cabeza pasean miles de momentos que permanecen fieles a lo que siento por ti. Recuerdo el paraje de tu cuerpo, la sinfonía de placer que salía de mi boca, aquellos besos interminables en medio de la ciudad y el efímero caminar de tus manos sobre mi espalda dibujando un corazón. Y ahora, después de todo, quiero que luchemos juntos, que esta historia no tenga fecha de caducidad y vivamos al máximo, vivamos hasta la última décima de segundo. Solo queda brindar por todos aquellos silencios y por esos besos que lo dicen todo, por la palabra mágica, por esa cama que tanto  aguanta y por todas esas páginas en blanco que nos quedan por escribir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario