Llévame a ver salir el sol, cógeme de la mano y echa a correr, sin
importarte que no pueda seguir tu ritmo. Dicen que todos los caminos
llevan a Roma, pero una vez que estamos aquí... ¿A dónde llevan todos los caminos? Seguramente, me lleven hacia tí, ya que es el único sitio en el que no me pierdo.
Vuelve
la cabeza un segundo, mírame y sigue corriendo. Me encanta el color del
cielo justo antes del amanecer. Lo cortaría trocito a trocito, con
cuidado, y me haría un vestido con él. Veo la ciudad, corriendo de tu mano, y me siento pequeña y a la vez tan grande a tu lado. Huele a tí. Cada
una de las esquinas parece el lugar perfecto para parar y quedarnos
ahí, para siempre, con esa luz mágina inundándolo todo, con tu colonia
inundando mis sentidos.
Solos tú y yo. El sol comienza a
salir, mil escalofríos y Roma que comienza a despertar. Y una frase en
la pared, escrito en italiano: "Forse è solo un attimo o forse durerà per sempre...
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