Quiero anudar mis primaveras extraviadas a tu espalda y que las vayas recuperando una a una.

Quiero que no hagamos el amor, sino que al final el amor nos haga a nosotros. Quiero mirar a la felicidad a la cara y sacarle la lengua. Quiero seguir sintiendo como las dudas (o ¿tal vez las mariposas?) me muerden en el estómago, porque significa que estoy viva. Quiero sentirme joven incluso cuando mi tarta de cumpleaños esté decorada con ochenta velas. Quiero anudar mis primaveras extraviadas a tu espalda y que las vayas recuperando una a una.Quiero que tú y yo seamos canción, verso, o estrofa. Aunque nosotros no cantamos, ni siquiera rimamos; pero hay algo que si hacemos, entonamos. Y muy bien.