lunes, 27 de febrero de 2012

nadie puede entender ni saber lo que siento al ver tus labios rozando mis cuello y poniendo de gallina mi piel..

Como dos niños. Como críos que aprenden, descubren, andan y tropiezan. Aprendemos de los errores, descubrimos cosas, unas buenas, otras, no tanto, y continuamos el viaje juntos. Con baches que nos hacen tropezar pero siempre con una mano que tira de la nuestra para decir: ¡arriba! y a seguir. Como todo lo nuevo, la ilusión y el optimismo bañan el comienzo, y poco a poco, las cosas se vuelven diferentes, y no peores, sino, tan solo diferentes. Nos adaptamos a ese cambio y lucharmos por poner la gota de color a cada día.
Yo, sólo necesito que esa gota sea azul cielo, que me llame tonta, que tenga un arte especial para jugar en mi cuello y que de vez en cuando necesite que le eche una mano para comprar ropa. Que quiera unos bailes las 24 horas del día, que este dispuesto a recorrer mundo conmigo, y que no tenga reparo en llorar con ''la vida es bella''. Pero sobretodo que siga teniendo esa manía de hacerme sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario