jueves, 9 de febrero de 2012
Inexplicable sensación que me provocas.
Cerré los ojos quedándome dormida entre sus brazos.Dormía sin
soñar, supongo que porque mi sueño ya estaba ahí, a mi lado.
Entreabrí los ojos un poco solo para comprobar que era él el que me
rascaba la nariz y, sobre todo, comprobar que todavía estaba allí. Volví
a dormirme tranquila, de vez en cuando lo sentía moverse, pero eso solo
era la confirmación de que estaba allí. Cuando el despertador sonó me
desperté y me pasó lo más bonito de toda mi siesta: él seguía ahí,
con una gran sonrisa. Me llenó de besos, besos cortos, besos largos,
besos dulces, salados, pero simplemente, besos. Y esa fue la vez que
más feliz me sentí al despertar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario