Y si fuera invisible haría muchas más cosas que esas. Por ejemplo ir a tu habitación y verte ahí, metido en la cama, durmiendo. Y suspirar, y saber que el mundo merece la pena.
Para besarte y que no sepas que te esta pasando. Y ponerle la
zancadilla a todas las chicas que se acerquen a ti babeando, para que se
les parte el labio o se les rompa la nariz y, por qué no, para que se
traguen los dientes y así no te fijes en ellas. Pero sobre todo, me
encantaría ser invisible para susurrarte mi nombre a todas horas, y
que al verme, me digas que oyes mi nombre a todas horas, y que quizá te
estás volviendo loco de tanto quererme.
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