sábado, 21 de enero de 2012

Hablar de tu mirada es como intentar ver el viento.

 
He recorrido cada centímetro de tu cuerpo hasta que no ha quedado espacio. He besado cada milímetro de tu piel hasta que se me desgastaron los labios. He contado todos y cada uno de tus lunares y sin dejarme ninguno, los he guardado en mi memoria. He mirado como duermes. He notado el latido de tu corazón. He sentido el roce de tu mano entrelazada con la mía. He sonreído cuando me miras. He despertado junto a ti mil mañanas. He acariciado tu cuello, y te he contado un secreto al oído. Un secreto que durará por siempre. He estado a tu lado 1542 días, con todas sus semanas y segundos, con todos los enfados y diferencias, con todas las reconciliaciones. A tu lado sin importar nada más.
Y es que a pesar de conocerte tanto, siempre deseo que llegue el día siguiente para poder estar otro día llena de felicidad, cogida de tu mano y enganchada a tu sonrisa.

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