martes, 24 de enero de 2012

Me escondo pa mirarte en el humo de tu cigarro.

-No lo entiendo, no te entiendo. Ahora fumas, siempre que nos cruzamos te enciendes un cigarrillo, y para que mentirte, te he visto muchas tardes bajo aquel árbol de la entrada donde charlámos horas y horas y siempre estás fumando, uno tras otro.

•¿Quieres saber la verdad? Me enciendo un cigarrillo por cada beso que no te doy.

-Me he propuesto una cosa.- Dijo el poniendo esa cara de niña buena, que conseguía derretirle con solo mirarle.

•¿Cuál?

-Voy a conseguir que dejes de fumar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario